Desde siempre las cebras han llamado la atención por sus rayas. Su coloración blanca y negra ha sido su condena durante años por la caza furtiva y también su sello distintivo como uno de los animales más curiosos y elegantes de toda África.
Sin embargo, la función de las rayas lleva poniendo en jaque a los investigadores desde hace más de un siglo. O llevaba, mejor dicho, porque un nuevo estudio parece haber descubierto el motivo por el que tienen estos colores.
Según han publicado en la revista PLOS-One un equipo de científicos de la Universidad de Bristol, el pelaje de las cebras les ayuda a espantar las moscas, tábanos y mosquitos. Así de fácil y así de práctico, resulta que su pelaje es el mejor repelente posible.
La hipótesis de que sus rayas ayudaran a alejar a los mosquitos, que además de molestos les transmiten enfermedades como la de la mosca tse-tse, ya se había explorado en estudios anteriores, como uno de 2014 de la Universidad de Lund (Suecia) en el que ya se apuntaba esta idea. Sin embargo, ahora se ha demostrado de forma más certera.
El pelaje y las rayas de las cebras hacen de repelente de moscas y tábanos
Caballos ‘disfrazados’ con las rayas de las cebras
Para llegar a esta conclusión los investigadores estudiaron dos grupos de cebras y caballos en un establo de North Somerset, Inglaterra. Allí se dieron cuenta de que, efectivamente, las moscas y tábanos picaban más sobre los caballos. De hecho, se posaban en la cebras un 75% menos que en sus parientes equinos.
Después, para ver si el culpable de esto eran o no las rayas, vistieron a los caballos con una especie de capa que imitaba su pelaje. Y efectivamente, los mosquitos volvían a no posarse en ellos.
¿Pero qué hacía que no se posaran? Al parecer todo está relacionado con la luz y la visión de las moscas. Los insectos se sienten atraídos por la luz poralizada (la que se propaga en un plano) porque es similar a la que reconocen en el agua donde ponen sus huevos. Así pues, el pelaje liso les resulta más fácil de identificar y ver, mientras que las rayas de las cebras, los confunde. El problema en concreto no es que las moscas salgan corriendo al ver las líneas, si no que no son capaces de posarse con precisión, y por tanto de después picarles.
Camuflaje o interacción: otros motivos sobre el color de las cebras
Este motivo tan práctico hace pensar también otras cosas, sobre por qué los caballos no tienen este elemento de defensa. Por el momento, la razón que gana más enteros es que en sus territorios originales no había tantas moscas. También esto explicaría por qué las rayas de las cebras son más estrechas en patas y cabeza, debido a que su piel allí es más fina.
La quagga (Equus quagga quagga), un pariente de las cebras ya extinto que solo tenía rayas en su cuello, podría haber sido una respuesta adaptativa a medio camino entre los dos tipos de pelaje.

Existen otros motivos que a lo largo de la historia se han valorado para explicar su pelaje, y que no están del todo descartados. Estos son:
- Camuflaje para pasar desapercibidas ante la visión de los leones, que tampoco percibirían bien su coloración.
- Diferenciación entre el grupo. Cada individuo se reconocería por sus líneas.
- Un mecanismo de termorregulación para aprovechar el calor del sol.
Última pregunta: ¿Las cebras son negras con rayas blancas o blancas con rayas negras?
Aprovechamos para responder otra de las grandes dudas en torno a estos animales: las cebras, en sus tres especies que existen, son animales negros con rayas blancas.
Lo sabemos -aunque pueda parecer lo contrario- porque los embriones de cebra son completamente negros y a lo largo de su formación van surgiendo rayas blancas, con las que nacen ya completamente marcadas. Así que sí, las cebras, son negras con rayas blancas.
Imagen vía Wikimedia Commons
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